El voto femenino en el Cesar, una lucha de 62 años

23 de Octubre de 2019

Por: Liliana Vanegas y Humberto Carrillo Mindiola 

El año 1954 fue el punto de partida para que al departamento del Cesar llegara al Comité de Impulso al voto femenino en Colombia, compuesto por varias mujeres activistas, lideradas por Carmenza Rocha Castilla, la tolimense que se atrevió a incursionar en la política.

El voto femenino había sido aprobado el 1 de diciembre de 1954 por el Congreso de la República. Pero cabe recordar que solo hasta el 4 de marzo de 1955, por medio del decreto número 0502, las mujeres en Colombia pudieron gozar del derecho a tener cédula.

Por eso, se reunieron para promoverlo en Valledupar Carmen Mejía de Saade, María Helena Castro de Quintero, Eufemia Hinojosa de Medina, Julia Helena Molina de Gil, Elvira Gutiérrez, Rita Soto, Eulalia de Armas, Graciela Molina de Quintero y María Uhía Meza.

Estas mujeres manifestaron así su interés en estar en igualdad de condiciones con los hombres, en una sociedad conservadora donde predominaba la figura machista y patriarcal.

Era una época arraigada al concepto tradicional de familia, donde las mujeres no tenían derecho a trabajar ni podían tomar decisiones libremente, y debían dedicarse al cuidado de los hijos.

Se considera que la perspectiva de género comenzó su proceso de cambio desde el 1 de diciembre del año 1957, cuando las mujeres ejercieron su derecho al voto por primera vez. Otro hecho destacable es que el Cesar fue pionero en establecer políticas de equidad de género al crear en 1996 la primera Oficina Departamental de la Mujer.

“Es admirable el rol de las mujeres en política, es un trabajo que vienen haciendo muchas líderes hoy en el país independientemente de su afiliación”, afirma Adriana Costa Ramos, psicóloga y docente de la Universidad Popular del Cesar, con estudios doctorales en Chile.

La especialista califica ese trabajo de las mujeres como importante, destacable y representativo. “Es parte de los procesos políticos, con su creciente presencia en ministerios, sectores privados, movimientos sociales, que nos hablan de la posibilidad de participación y que sociedad destaque y reconozca su papel”, señala.

Costa Ramos analiza que “se han ganado espacios en la representación al acceder a la educación profesional”, pero cree que el poder del voto femenino en el Cesar aún no es tan representativo como en otras partes del país o el mundo.

“En nuestro contexto regional es importante la reivindicación como mujeres y hay que seguir generando espacios de reflexión y debate, y luchando contra los roles tradicionales para ir abriendo los caminos hacia el lugar que la mujer tiene en la sociedad”, manifiesta.

Y advierte que hay mucho trabajo por hacer hacia la conciencia y los roles tradicionales de género. “Hay que ir mejorando en esos espacios en la sociedad, en las familias, las escuelas, entre mujeres, en los medios de comunicación, tanto en lo que hace falta como en lo que hay que seguir trabajando”, concluye.

 

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Radio Nacional
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Actualidad
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de de 2019
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